sábado, 18 de agosto de 2012

Escapando

Después de un año queriendo salir corriendo casi cada día, ahora me voy. He querido irme miles de veces, he llegado a dormir fuera, a volver a las 6 de la mañana bastante borracha, pero siempre volvía. No había más remedio o eso pensaba yo. Y ahora me voy, con la excusa de un viaje me escapo. Huyo de mi realidad que no me deja respirar, de mis noches sin dormir, de mis gritos, de mis lloros, de mis hijos, de mis padres, de ese amor que no tengo... salgo corriendo y quisiera poder decidir yo cuando volver, pero ni eso puedo. Esto es una especie de ensueño en el que yo soy protagonista de mis propios actos, decido que hacer y donde ir durante 10 días. Es como una de esas películas "límite 10 días" y después PUM! volverá la cruda realidad, pero mientras estoy en el ensueño vivo. Hoy mis amigas me decían diviértete, pásalo bien, desconecta, pero es mucho más que eso. Para mí es el principio de una nueva etapa en la que voy a estar sola. Bueno sola con mis problemas, sin nadie a quien preguntar como resolver los conflictos de cada día, sin nadie al lado que me juzgue y me critique, pero sin nadie en quien apoyarme y a quien pedir cariño. Sin nadie a quien acariciar y sin nadie que me bese. Creo que tengo que leer el libro de Carmen Albors para ver ella como enfoca esto de estar sola, sin estarlo ni un segundo.
Pero hoy estoy contenta, cosa rara, he disfrutado de un día en el campo con mis amigas, me he reído, he paseado, me he despedido de ellas y me he preparado para mi gran aventura. Porque ahora que lo pienso es la primera vez en 25 años que viajo sola con una amiga a la aventura. Y eso tiene que ser bueno. Seguro.

viernes, 17 de agosto de 2012

Para empezar

Me estreno en esto de bloggear. Hace tiempo que me rondaba la idea, pero no sabía muy bien que expresar. Ahora creo que sí. Por fin estoy sola, harta de un annus horribilis he conseguido quedarme literalmente sola. Joder, tan sola, que no tengo ni con quien salir a tomar una cerveza. Pero es estupendo recuperar esa sensación de ser dueña de tu propio tiempo, decidir cuando comer, cuando dormir o cuando salir. A eso las vacaciones ayudan, sin horarios, sin jefes, sin agobios...Después de una semana sin saber que hacer por fin me voy. He decidido gastarme lo que debía guardar en un viaje a Turquía con un amigo. Si, ese dinero que siempre que puedes guardas para el día que no tengas trabajo, que dadas las circunstancias puede ser a la vuelta del viaje. Pero da igual. Hay necesidades más inmediatas y por qué no satisfacerlas ahora si mañana será tarde. Tengo esa sensación de que cualquier día todo se acabará. Los viajes, las cenas en casa de amigas, las cañas en el barrio, la vida tal y como la conozco para entrar en una película de miedo donde nadie respetará a nadie ni a nada. Así que me voy. Menos aventura de lo que yo quisiera, pero cuando no eres rica no puedes elegir. Pero estoy feliz preparando mi viaje, hacía mucho tiempo que soñaba despierta, pero no me movía, estaba ahí con los pies anclados a la realidad, a los niños, al trabajo, a los problemas. Y ahora me voy. Sola, sin complejos, sin sentirme culpable, siendo yo.
Y lo mejor es que esta noche aún no se que voy a hacer...